viernes, 16 de marzo de 2018

DESTIERRO por ERNESTO LOBO



        

Llevar tanto vacío colgado a la espalda
con la rigidez de los brazos que
ya  no se alzan a recoger las últimas nubes
allende las perdidas sombras de la ciudad
aquellas que en lentitud se confunden
como el amargo recuerdo                                                                          
de lo que ya no será…

Proseguir la marcha sabiendo que
tierras abajo
en el pedregal
o aun
por la rompiente
ya no estará aquella brillante estrella
que en alocada fuga se perdió
por entre los pantanos oscuros
de la nostalgia…

Con un dolor de alma clavado
en este hacerse camino
volver el rostro
para entender lo perdido
lo que allá quedó
bajo las tejas y el alar
tras el entreverado ramal
que en silencio se extiende
entre el horizonte
y la luz matinal…

Volver ahora el rostro
para ver los pasos marcados
por un adiós esquivo y sin final…






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